Porcentaje Y Frecuencia Con La Que se Realiza el Aborto Alrededor del Mundo
Panorama general
Cada año se provocan cerca
de 73 millones de abortos en todo el
mundo. El 61% de los embarazos no
deseados (y, en conjunto, el 29% del total de embarazos) se interrumpen
voluntariamente. A fin de que la atención para el aborto sea integral debe incluir la prestación de información, la práctica del aborto y la atención posterior a este, abarcando la asistencia en caso de aborto espontáneo o retenido, aborto provocado (es decir, la interrupción voluntaria del embarazo por medios farmacológicos o quirúrgicos), aborto incompleto y la muerte fetal intrauterina. En esta página se explica la atención que se debe prestar para provocar un aborto.
Alcance del problema
De acuerdo con los cálculos, el 45% de los abortos provocados en el mundo entre 2010 y 2014 fueron peligrosos y, de ellos, una tercera parte tuvieron lugar en condiciones de gran peligrosidad, es decir fueron practicados por personas sin formación mediante métodos dañinos y cruentos.
El 97% de los abortos peligrosos se practican en países en desarrollo, más de la mitad en Asia (la mayor parte de ellos, en las regiones meridional y central del continente). También son peligrosos la mayoría de los abortos practicados en América Latina y África (aproximadamente tres de cada cuatro). En este último continente, casi la mitad de los abortos no se practican en condiciones de seguridad.
Clasificación de la seguridad de los abortos
Casi un tercio (31%) de los abortos fueron «menos seguros», lo que significa que fueron practicados bien por un profesional cualificado que utilizó un método poco seguro o desfasado como el legrado uterino instrumental, bien por una persona no cualificada, incluso si esta utilizó un método seguro como el misoprostol, un medicamento que se puede utilizar para muchos fines médicos, incluida la inducción de un aborto.
En aproximadamente el 14% de los casos se trató de abortos «nada seguros» realizados por personas no cualificadas con métodos peligrosos, como la introducción de objetos extraños y el uso de brebajes de hierbas. El número de muertes por complicaciones derivadas de abortos peligrosos fue elevado en las regiones donde la mayoría de los abortos se realizaba en condiciones nada seguras. Las complicaciones derivadas de abortos «nada seguros» pueden incluir el aborto incompleto (que se produce cuando no se retira del útero todo el tejido del embarazo), la hemorragia, lesiones vaginales, cervicales y uterinas, e infecciones.
Las leyes restrictivas van asociadas a tasas elevadas de abortos peligrosos.
En el estudio también se analizan los contextos que suelen propiciar que las mujeres recurran a abortos peligrosos, incluidas las leyes y políticas de los países en materia de aborto, el costo financiero de acceder a servicios de aborto seguro, la disponibilidad de servicios de aborto seguro y de profesionales sanitarios cualificados, y las actitudes sociales ante el aborto y la igualdad de género.
En los países donde al aborto está completamente prohibido o se permite solo para salvar la vida de la mujer o preservar su salud física, solo 1 de cada 4 abortos fue seguro; por el contrario, en los países donde el aborto es legal en supuestos más amplios, casi 9 de cada 10 abortos se realizó de manera segura. Restringir el acceso al aborto no reduce el número de abortos.
La mayoría de los abortos que se realizan en Europa occidental y septentrional y en América del Norte son seguros. Estas regiones también tienen las tasas de aborto más bajas. La mayoría de los países de estas regiones también cuentan con leyes relativamente permisivas sobre el aborto, altos niveles de uso de anticonceptivos, desarrollo económico e igualdad de género, y servicios sanitarios de alta calidad, factores todos ellos que contribuyen a que los abortos sean más seguros.
Respuesta de la OMS
La OMS presta asistencia técnica y normativa en todo el mundo sobre el uso de métodos anticonceptivos para prevenir los embarazos no deseados, ofrecer información sobre la asistencia para el aborto, atender a las solicitantes (incluidos el aborto espontáneo, el aborto provocado, el aborto incompleto y la muerte fetal) y prestar también atención después de la intervención. En 2021, la Organización publicó una actualización de sus directrices unificadas sobre la atención para el aborto en la que formula recomendaciones y se posiciona sobre las prácticas óptimas que se deben seguir en tres esferas fundamentales a fin de prestar servicios de atención para el aborto: la legislación y las políticas, los servicios clínicos y la prestación de servicios.
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